Mi primo es piloto aviador de la fuerza aérea mexicana, y platica muchas cosas que pasan en el colegio del aire aquí en Guadalajara, el tambien fue muchos años seleccionado nacional de lucha olímpica, por lo que pasaba mucho de su tiempo en el D.F. en las concentraciones que hacían en la CONADE antes de las competencias de mayor importancia.
Me acuerdo perfecto de una de las anécdotas que me contó le pasaron ahí, y pues se las paso al costo, porque a mi si que me impresionó, además de que me la contó una noche en la playa y sus gesticulaciones me tenían al borde del asiento.
Una tarde, ya con la noche muy próxima, digamos que eran alrededor de las 7:00 pm. Algunos compañeros del equipo se habían reunido a jugar cartas, pues el lugar estaba bastante desierto, ya que eran pocos los deportistas que estaban en concentración por esas fechas.
Yo no conozco el lugar, pero decía mi hermano que en la entrada, había como una especie de lobby, dónde se sentaron alrededor de una mesita a jugar y el policía estaba junto a ellos también bromeando y platicando.
Así pasaron un buen rato, cuando de pronto, un ruido terrible los sorprendió a todos los ahí presentes. Se levantaron atentos y coincidieron en que todo provenía de la pista de ciclismo. Corrieron el policía y un amigo de mi hermano para verificar qué era lo que pasaba. Llegaron a la pista, abrieron la puerta y todo estaba oscuro dentro de ella. Se asomaron y vieron que estaba un joven tirado, junto con su bicicleta, bastante lastimado. Antes de acercarse con rapidez, le preguntaron si estaba bien, a lo que el joven no contestó, sólo levanto la cabeza y los volteó a ver con una mirada que los llenó de escalofríos. El amigo de mi hermano corrió a pedir ayuda, mientras que el policía intentaba prender las luces. Apenas iba llegando el amigo de mi hermano con el resto para informarles lo que estaba pasando y que llamaran a una ambulancia, cuando se escuchó un tremendo grito, nuevamente proveniente de la pista; corrieron pero ahora todos hacia allá, cuando se toparon con el policía, que gritaba desesperado y todo paliducho.
Trataron de calmarlo, y el hombre aún agitado, decía que no había ningún accidente, que todo había sido un fantasma, pues al encender las luces, ya no había nada, sólo se escuchaba un respiro fuerte y desesperado que gemía: AYUDAME!. Mi hermano y su amigo se voltearon a ver incrédulos y fueron nuevamente a la pista, para serciorarse de que el muchacho no hubiese intentado moverse y haya salido de la vista del policía. Pero nada!, las luces estaban encendidas tal y como las había dejado el policía y no había rastro del joven, ni de su bicicleta y mucho menos de sangre. Regresaron muy sacados de onda, principalmente el amigo de mi hermano, que decía haber visto claramente al joven lastimado y con un rostro que además de dar miedo, suplicaba ayuda.
Obviamente el policía cayó enfermo y no lo volvieron a asignar ahí. Después, el entrenador de ciclismo, les contó que varios años atrás, un ciclista murió en la pista. No saben porqué, pero el joven entró solo a la pista, ya tarde a entrenar. Como ustedes saben, las bicicletas para ciclismo no utilizan frenos, pues bien, al parecer tuvo alguna complicación, salió volando de la bicicleta, haciéndose un grave daño. El problema, no fue sólo ese. Sino que el joven quedó sufriendo por largo rato, sin que nadie lo escuchase ni lo pudiera ayudar. Lo encontraron muerto, hasta el día siguiente.
Autor:
Anami
Ubicacion:
Pista de ciclismo de la CONADE, D.F. Mexico
Fuente:
http://ba-k.com/showthread.php?t=783195&page=82&highlight=glenn
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