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Seres que roban bebés


Hace un año salía con una chava originaria de Veracruz, una noche me contó una historia que me dejó aterrado: Su hermano mayor había sido raptado por unos seres semejantes al ser humano cuando cumplió un mes de edad.

Su madre había tenido en total 4 hijos, ella es la tercera, el primero de sus hijos (el cual sería su hermano mayor) fue "raptado" por estos seres, nunca lo encontraron. En aquella época la madre era muy joven (17 años) y después de casarse se embarazó sin darse cuenta, una mañana despertó y en su cabello tenía una delgada trenza, ella no le dio gran importancia y la deshizo, una semana después la trenza apareció nuevamente y así cada semana. Su suegra (una vieja ciega) vivía en el mismo terreno en una pequeña casa construida en el patio (eran muy pobres), una mañana la vieja se topó con la mujer deshaciéndose la trenza en el patio y cuando escucho el relato de que la trenza aparecía cada semana al despertar, se alarmó y le dijo que "ellos" querían a su bebé. La mujer tomo por loca a la vieja pero se dio cuenta rápidamente que en efecto estaba embarazada.

Durante todo el embarazo, cada semana aparecía la trenza en su cabello, cuando llegó al noveno mes despertó con unos arañazos en el vientre, a los pocos días dio a luz.

El bebé creció hasta la edad de un mes, las trenzas no volvieron a aparecer, un día pasó un ropavejero y la madre salió al patio para venderle una estufa que no utilizaba, no pasaron más de 2 minutos, cuando regresó a su casa para enseñarle la estufa al ropavejero el bebé ya no estaba, se puso como loca a buscarlo, el vecino más cercano estaba como a una cuadra de distancia (eran terrenos muy grandes), la policía llegó y los únicos sospechosos eran la madre y el ropavejero que además no se habían alejado de la casa ni un momento.

La búsqueda fue inútil, nunca encontraron al bebé. Dos años más tarde la mujer volvió a embarazarse, se dio cuenta cuando despertó un día con la trenza en el cabello, alarmada fue con la vieja (con la cual no había vuelto a hablar desde el incidente) y le contó que estaba pasando de nuevo.

La vieja le dijo que había algo que podían intentar pero tenían que esperar hasta que el bebé creciera más, le explico que existen unos seres que viven en la oscuridad, siempre están observándonos y desean ser como nosotros, a veces, se roban bebés y "marcan" a las mujeres embarazadas haciéndoles una trenza en el cabello durante el embarazo.

Varios meses pasaron, la mujer despertaba cada semana con la trenza en el cabello. Esa tarde la vieja le dijo que tenía que ir a dormir a su casa (la pequeña casa en el patio) que ya había preparado todo para salvar al nuevo bebé. En la noche la mujer fue a dormir a casa de la vieja, al centro de la habitación había una mesa con dos sillas de madera, en la mesa había un paquete de cartas, cigarros, cerillos, vasos y un licor fuerte.

La mujer se recostó en el catre hasta que logró dormir, de repente sintió que le presionaban la boca y despertó, era la vieja que le había puesto la mano en la boca fuertemente y le susurró al oido: no vayas a gritar, no importa lo que veas, no vayas a gritar. Poco a poco se tranquilizó, escuchaba ruidos en la habitación, poco a poco sus ojos fueron adecuándose a la falta de luz y entonces logró verlos: eran dos seres con la piel grisácea, desnudos, uno macho y otra hembra, era notorio porque al macho le colgaba un grande genital y la hembra tenía los senos flácidos y escurridos, la piel estaba llena de arrugas y algunos pelos en la espalda, sus piernas largas y delgadas, la cara también era parecida a la humana pero con la boca mucho más grande y los ojos pequeños. Estos seres estaban en la mesa golpeando las barajas, las levantaban y las tiraban nuevamente sobre la mesa, bebían el licor rápidamente y uno de ellos intentaba encender los cigarros, como no podía gritaba haciendo un chillido y azotaba sus manos contra la mesa, la hembra tomaba y tomaba el licor.

Ella estaba petrificada viendo tan horrible escena y en un momento la vieja se puso en pie y tomo un garrote que había dejado recargado en la pared, se acerco a estos seres con una mano al frente tratando de tocarlos, los seres se mantenía en sus lugares gritándole cada vez más fuerte a la anciana mientras esta se acercaba, de repente logró tomar al ser macho de los pocos cabellos que tenía en la cabeza y comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas, la silla salió volando con el forcejeo, el ser gritaba mientras recibía la golpiza, la hembra golpeaba la mesa furiosa y gritaba, después de golpear ferozmente al ser lo dejó en el piso y tomo entonces a la hembra, golpeándola de igual manera mientras le gritaba: aléjate de nosotros, aléjate del bebé.

Los dos seres se escabulleron en las sombras hacia la puerta que daba al patio, la mujer lloraba asustada y la vieja trataba de tomar el aliento.

A la mañana siguiente no había rastros de estos seres, ni sangre, ni pelo, nada, sólo vasos rotos, cartas, cigarros y alcohol en el piso, la vieja le explicó que necesitaba que los seres bebieran alcohol para que se volvieran débiles y pudiera enfrentarlos, las cartas y los cigarros eran para atraerlos, ya que como intentan imitar al ser humano tratan de "jugar cartas y fumar" tal cual nos observan a nosotros hacerlo, en el momento en el que son visibles (y audibles) los golpea tratando de matarlos y así evitar que regresen.

La trenza no volvió a aparecer en su cabello, tuvo tres hijos y cada vez que se embarazaba rezaba porque la trenza no fuera a aparecer ya que su suegra (la vieja) ya había muerto y ello no creía ser capaz de enfrentarse sola a estos seres.

Autor:
Gugis
Fuente:
http://ba-k.com/showthread.php?t=2467272

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