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El cuélebre



Definicion:
En la mitología popular asturiana los dragones se llaman cuélebres, tienen forma de serpiente y alas. Algunas descripciones incluyen pequeñas variantes, como atribuirles color negro, pelambrera particularmente abundante, un par de cuernos o varias colas y cabezas. Su tamaño oscila entre grande y descomunal.

Origenes:
El ciclo vital de estos animales fantásticos no está demasiado claro. Pueden surgir fruto de los hechizos de algún mago, como sucede con el de la cueva de San Cirbían, creado a partir de la cuerda que ataba los brazos de la infortunada doncella a la que debía custodiar.

Dejando aparte los casos de encantamientos, no existe unanimidad acerca del origen de los cuélebres. En algunas narraciones populares se dice que pueden crecer a partir del pelo de una joven arrojado a una fuente.


Caracteristicas:
Son criaturas de tierra y agua  Custodia tesoros y personajes encantados. Vive en las simas, cuevas y fuentes de gran cavidad subterráne, se trata casi siempre de lugares cercanos a manantiales, y no es raro que el cuélebre viva en el manantial mismo, emergiendo de él cuando se presenta algún incauto. En ocasiones, objetos de una persona que cayó a un pozo por culpa del cuélebre vuelven a salir a la superficie a muchos kilómetros de allí, lo que sugiere una especie de continuidad de las fuentes, como si bajo el suelo de Asturias existiese una oscura red de canales por los cuales sólo estos seres supiesen transitar.

Su aliento es fétido y venenoso y sus silbidos se oyen a gran distancia. Desafortunadamente también pueden encontrarse en algunos poblados; en estos casos, para evitar que el cuélebre siembre el terror y ataque a las personas cuando tiene hambre, los pobladores acostumbran ofrendarle alimentos un pan al que llaman boroña; en el peor de los casos, este ser pide cada cierto tiempo a una virgen para comerla y a cambio, deja en paz a la población.


Se les atribuye una capacidad hipnótica que parece corroborada por una leyenda en la cual un cuélebre ordena a un toro empujar a la protagonista hacia la sima en la que él se encuentra.


Sus escamass son tan duras que rechazan las balas. El cuélebre crece incesantemente, y a medida que se va haciendo viejo sus escamas se hacen más grandes y más duras, entonces la tierra ya no basta para sostenerlo y tiene que partir hacia la Mar Cuajada. Se dice que en el fondo de este mar hay montones de riquezas, pero los hombres no pueden apoderarse de ellas por causa de la vigilancia de los cuélebres.

Debilidades:
A pesar de estar cubierta con escamas tan gruesas que difícilmente pueden ser atravesadas con espadas, flechas o balas, lo que lo convierte en un ser casi invencible a excepción de la garganta, un punto débil que se puede  aprovechar al máximo a la hora de luchar contra este ser.

Mitos semejantes:


El mito del cuélebre es semejante al mito griego del dragón que custodiaba las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, cuyo robo constituyó uno de los doce trabajos de hércules. Asimismo, el vellocino de oro robado por los argonautas también estaba custodiado por un terrible dragón cuyos ojos no conocían el sueño. Jasón logró adormecerle con el auxilio de los hechizos de su amiga, la poderosa maga Medea, y matar al dragón.




Mitos contemporaneos:
Entre los relatos mitológicos, cabe destacar la leyenda del culebrón del convento de Santo Domingo, en Oviedo, que habitaba en una cueva detrás del convento e iba devorando los frailes uno a uno, hasta que un fraile cocinero le dio a comer un pan relleno de alfileres que le ocasionó la muerte. Similares a ésta, se cuentan otras leyendas tradicionales como la del cuélebre de Brañaseca ( Cudillero ), al que los vecinos tenían que alimentar con borona y pan de centeno para que no devorase sus ganados y al que finalmente dieron muerte arrojándole una piedra calentada al rojo vivo, al grito de : ¡Abre la boca, culebrón, que ahí te va el boroñón ¡. Otros cuélebres asturianos fueron muertos por los vecinos de Perllunes ( Somiedo ), mediante una rueda de carro al rojo vivo; por los vecinos de Biescas ( Calgas del Narcea ), con una rueda de carro al rojo vivo; mientras al cuélebre que habitaba en una cueva de Salinas ( Castrillón ) se le intentó dar muerte de la misma forma, pero éste se arrojó al mar y enfrió la piedra que había tragado. También se cuentan numerosas leyendas acerca de cuélebres que salieron volando en dirección al mar, pero quedaron enganchados con sus enormes alas entre los árboles, donde murieron de inanición dando espantosos bramidos. Así, por ejemplo, los cuélebres que habitaban en sendas cuevas de Casazorrina y Figares, en el concejo de Salas.

Distintas representaciones de este animal mitológico en el arte asturiano pueden verse en la sillería del coro de la Catedral de Oviedo, en la iglesia de Santa María de Celón ( Allande ), en la iglesia de San Emeterio de Sietes ( villaviciosa ), así como en los escudos de armas del palacio de Mon ( San Martín de Oscos ) y del linaje de Labra ( Cangas de Onís ) y en algunos hórreos y paneras de estilo Villaviciosa, del siglo XVI.

Fuentes:
http://www.asturiasnatural.com/mitologia/seres/cuelebre.htm
http://sobreleyendas.com/2008/08/28/el-cuelebre-la-sierpe-fantastica-de-asturias/
http://lascosasquenuncaexistieron.com/Articulos/510/mitologia-espanola-el-cuelebre

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