SlideShow

0

La leyenda del hombre del saco


La leyenda del hombre del saco, presente en multitud de países de todo el mundo, representa un personaje que vaga de noche buscando niños extraviados para llevárselos en un saco a un lugar desconocido, pero el origen de este mito es muy real...

Se le suele representar como un hombre que vaga por las calles cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos en un gran saco a un lugar desconocido. Este personaje es caracterizado como un asustador de niños, y se utiliza como argumento para asustar a los niños y obligarlos a que regresen a casa a una hora temprana. El origen del hombre del saco se remonta, más o menos, a la aparición de las primeras diligencias, y podría decirse que era una especie de leyenda urbana de aquellos tiempos en que este vehículo tirado por caballos hizo su aparición...

La aparición de las diligencias, en su momento, causó cierto revuelo e impacto entre el vulgo debido a que podía alcanzar unas velocidades muy superiores a la del carro común debido a un sistema de muelles en el eje de sus ruedas que le permitía amortiguar los golpes. Debido a eso, si un carromato vulgar debía circular despacio para no correr el riesgo de que se partieran los ejes de sus ruedas (pongamos que a una velocidad de 3-15 km/h), una diligencia se podía permitir el lujo de ir a velocidades mucho mayores (pongamos que entre 15-40 km/h, según la prisa que llevase). Por ello, debido a esa velocidad tan infernal (para la época) que este carruaje podía alcanzar, mucha gente del pueblo llano veía en la diligencia la mano del Diablo (como en tantas otras cosas).

Pronto comenzó a circular el rumor de que si una diligencia podía correr tanto era porque sus conductores engrasaban los ejes de las ruedas con la grasa de los inocentes (o dicho de otra manera, de los niños). ¿Y como se proveían de esta grasa? Se decía que antes de que una diligencia llegara a un pueblo o ciudad, solía aparecer un hombre con un gran saco, que secuestraba a los niños que deambulaban solos por las calles, o se los llevaban de sus propias casas, y cuando tenía el saco lleno de tiernos chavales, se iba a un descampado solitario y allí, con un gran cuchillo, les sacaba la grasa (o la manteca) de la espalda. De ahí que en algunas regiones también se conozca al hombre del saco como el sacamantecas.

A partir de aquí, la figura del hombre del saco se empleó para asustar a los niños que no se portaban bien, y con el tiempo se convirtió en una figura que, de algún modo u otro, englobaba las características de todo tipo de criaturas monstruosas del imaginario infantil, anteriores y posteriores a él: el tío Camuñas, el hombre del gancho, el hombre de los caramelos...


El hombre del saco no deja de simbolizar nuestros miedos más profundos, dándoles una forma humana, aunque ambigua y desdibujada.

Fuente:
http://janonomar.blogspot.mx/2011/02/el-origen-de-la-leyenda-del-hombre-del.html

http://www.taringa.net/posts/paranormal/15210786/La-leyenda-del-hombre-del-saco.html

0 comentarios:

Publicar un comentario